Este viernes empezamos con una serie de consejos sobre maniobras. Lo hacemos con la virada por avante que parece una maniobra sencilla, pero requiere más pericia de lo que normalmente pensamos.
Adecúa tus viradas a las condiciones del día
Siempre y cuando las condiciones de viento y ola permanezcan constantes tenemos que intentar hacer todas las viradas idénticas. Hay que tener una rutina bien entrenada y repetirla en cada virada. Pero cuando las condiciones varían, debemos cambiar nuestra técnica de virada; la velocidad de giro principalmente.
Atendiendo al tamaño de las olas, cuando mayores sean las olas más rápido tenemos que hacer la virada, ya que cuanto menos tiempo estemos cabeceando proa al viento, y a las olas, menos nos pararemos. Al contrario, con mar bella si hacemos la virada despacio, con suavidad, frenaremos menos el barco y con la inercia ganaremos unos valiosos metros de barlovento.
El viento, lo mismo que las olas, te frenan cuando tu proa apunta directamente hacia él. Así que cuando más viento haya más rápido tienes que virar. Los días de poco viento es mejor virar despacio sin meter mucho timón.
¿Y como hago los días de viento y ola para ayudar a mi tripulación a cazar las velas y pasar de una banda a otra? Una vez de que hayamos pasado de proa al viento permaneceremos orzados durante unos segundos por encima de nuestro rumbo de ceñida para darle tiempo a finalizar la maniobra. Por favor, no seas como esos patrones que con 20 nudos de viento pretenden que caces un génova enorme en un abrir y cerrar de ojos.
En este vídeo de la Copa del América de 1987, Star&Stripes contra Kookaburra, podéis ver todas las viradas con viento queráis, son sencillamente magistrales. Veréis que Dennis Conner les da unos segundos para que puedan cazar el génova.
Hasta pronto y gracias por navegar,
La tripulación de Go Sailing Shop.